Desde el debate, hasta la visita de Claudia a Atizapán

Alfredo Elizarraras

Hablar del debate reciente entre los presidenciales, implica la necesidad de remontarnos a un espectáculo inigualable en donde se pudo presenciar ampliamente la diferencia de pensamientos que rigen a cada candidato, dentro de la contienda política en proceso.

Por un lado, pudimos ver aun Maynez más prudente y con menos sonrisa fingida. Su estrategia ya no se encaminó a convertirse en cuchillito de madera o forjador de tensiones entre las otras dos candidatas, más bien, fue más planeada su participación. En esta ocasión propuso más y debatió con más argumentos. Aunque siguió con sus mentiras.

Sin embargo, no podemos decir lo mismo de Gálvez, quién, por el contrario, quiso bajar el nivel de debate presidencial y en su lugar, optó por un duelo de chistes, chismes y albures al estilo del “vampiro teporocho”. En realidad, no mostró planeación, más bien, hizo uso de “la mentira”, como parte de su discurso. Ni que decir de su voz que, por ocasiones, se escuchó acartonada y ello por las indicaciones que se vio recibió del chícharo que traía en su oído.

Irónico, sobre todo cuando leemos las burlas que sus seguidores hacen en torno a Claudia Sheimbaum ¿Acaso no sentirán enojo por ver que la candidata del prianismo, en el ámbito discursivo, necesita de telepromper para coordinar un par de frases? Pues, parece que están acostumbrados a tener pésimas representaciones.

Sin embargo, en todos lados se cuecen habas y en este caso, en Atizapán de Zaragoza, la derecha logró infiltrarse en morena, para dividir el voto. Eso lo pudimos observar con el grupo de choque que actualmente es financiado por el bigote bailarín, para dividir el voto y llevar a la Cuarta Transformación a una inminente derrota. El uso del voto cruzado como recurso de castigo a su mismo partido, es lo que resalta dentro de sus acciones. Ni qué decir del tremendo boicot que le intentaron hacer a Claudia Sheimbaum, el día que nos visitó a Atizapán de Zaragoza.

Así es, un grupo porril que en todos los ámbitos siempre se ha manifestado en contra de morena, pero que jamás ha hecho un pronunciamiento en contra de la violencia en la que se encuentra actualmente sumido el municipio o de la quema de nuestros bosques municipales, con fines perversos o en todo caso, de los cobros e irregularidades presentadas con el agua potable. Es decir, un grupo de choque acostumbrado a estar mudos frente a las injusticias de la derecha, pero a gritar como desperados para descarrilar a morena.

¿O acaso alguien de los que ahora se sienten indignados por morena, en algún momento realizó algún comunicado en contra de los viajes al extranjero que hizo Pedro? Porque, comentarios en Facebook cualquiera los hace, pero tomar una postura de oposición ante la derecha, solo es para unos cuantos. Sin embargo, no señalaré a nadie en especial, porque tampoco es mi idea, simplemente intento expresar lo que he observado de todo este drama armado desde el lado más perverso del prianimo.

Por otro lado, adoptar el mismo discurso que el prianismo, para intentar sembrar una cortina de humo en torno a un atentado hacia un par de brigadistas, tampoco es adecuado para todo aquel que se diga de izquierda y peor tantito, para aquellos que se sientan identificados por los principios de la Cuarta Transformación. Ya que, de ser así, es recomendable estudiar el humanismo mexicano con más calma y activar la reflexión, como un recurso fundamental para detectar la manipulación mediática de la derecha.

Es decir, quien se diga de izquierda y seguidor de AMLO, tendrá por principio no estar de acuerdo en los discursos de la derecha, cuando estos están encaminados a descarrilar a la 4T. Ni siquiera mantener una coincidencia, cuando los discursos son construidos para justificar la desigualdad social y la injusticia en contra del pueblo.

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