Por: Fernando Lira Flores *
Potenciando el crecimiento socioemocional en el nivel medio superior a través de una evaluación formativa cualitativa
Hoy, en este artículo del Ser y la Nada, les saludo, espero y deseo que se encuentren bien.
En esta tercera entrega de artículos relacionados con la evaluación formativa de corte cualitativo, se realiza una narrativa relacionada a la formación de los alumnos en Habilidades Socio Emocionales (HSE por sus siglas).
Continuamos…
En el ámbito educativo, el desarrollo de habilidades socioemocionales desempeña un papel vital en el bienestar de los estudiantes, permite fomentar su desarrollo al implementar estrategias que permitan comprender de manera profunda las capacidades socioemocionales de los estudiantes.
Hoy mostraremos un ejemplo práctico de cómo implementar una evaluación formativa de corte cualitativo en el bachillerato, destacando los pasos clave y proporcionando ejemplos en cada uno de ellos.
Para iniciar esto, se recomienda diseñar esta evaluación por medio de una actividad de evaluativa que promueva el desarrollo socioemocional.
Por ejemplo, podríamos pedir a los estudiantes que trabajen en grupos pequeños para resolver un dilema ético. Y, durante la actividad, el docente observará las habilidades de comunicación, colaboración, resolución de problemas y manejo de emociones que los alumnos demuestren.
Como segundo apartado, dedicar tiempo a la reflexión.
Después de completar la actividad, se debe dedicar tiempo para que los discentes reflexionen sobre su experiencia.
Por lo tanto, se les puede pedir que escriban en un diario de reflexión, respondiendo preguntas como: “¿Qué habilidades socioemocionales utilicé durante la actividad?”, “¿Cómo me sentí al trabajar en equipo y enfrentar el dilema?”, “¿Qué aprendizajes obtuve sobre mí mismo y los demás?”. Esta deliberación fomentará la toma de conciencia y la autorreflexión.
En tercer lugar, se recomienda utilizar distintos instrumentos de evaluación.
Aunado a lo anterior, y además de la observación directa, es valioso utilizar diferentes instrumentos de evaluación.
Por ejemplo, se puede crear una rúbrica que incluya indicadores cualitativos para evaluar habilidades socioemocionales, como expresión emocional, empatía, resolución de conflictos y comunicación efectiva.
También se pueden utilizar grabaciones de video de las interacciones de los estudiantes para analizar su comportamiento no verbal y verbal.
Otro aspecto sería, potenciar la autoevaluación y coevaluación.
Ambas son herramientas poderosas para el desarrollo socioemocional.
Después de la actividad y la reflexión, se puede pedir a los alumnos que evalúen y coevalúen sus propias habilidades y emociones y las de otros, con relación a algunos criterios propios de una rúbrica
Por ejemplo, podrían identificar áreas en las que se sienten fuertes y áreas en las que les gustaría mejorar. Esto les ayudará a establecer metas de crecimiento personal y a asumir la responsabilidad de su propio desarrollo y compromiso con otros.
Por último, y no menos importante, comunicar y practicar la escucha activa
La comunicación efectiva y la práctica de la escucha activa son esenciales para el desarrollo socioemocional.
Así pues, los docentes pueden organizar sesiones grupales en las que se fomente un ambiente seguro y de respeto mutuo.
Durante estas sesiones, los estudiantes pueden compartir sus reflexiones y experiencias, mientras los demás practican la escucha activa, prestando atención sin juzgar y demostrando empatía.
Esto crea un espacio para la comprensión y el apoyo mutuo, y fortalece las habilidades socioemocionales de los estudiantes.
Espero que esta serie de 4 artículos de opinión, hayan podido darles ideas y orientaciones a los docentes un poco más profundas, menos académicas y trilladas de como implementar la evaluación formativa considerando un aspecto cualitativo para ella.
Hasta el siguiente comentario del Ser y la Nada.
*Administrador de Baldemart y Asociados S.C. y docente desde bachillerato hasta posgrados en diversas instituciones educativas públicas y privadas.