La oposición, siendo la oposición…
Por: Alfredo Elizarraras
Noche de día de muertos, mientras el reloj en su marcha tradicional marca las 9:15 pm. Ante la desidia por buscar algo bueno que hacer, decido navegar por internet, para enterarme de las notas del momento. Una que llama totalmente mi atención, es aquella en donde, la oposición siendo la oposición, refleja su estado natural: “la violencia”.
En la nota que decido comenzar a revisar, encuentro un video que sustenta mi dicho anterior: “Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI, decide agredir verbalmente al presidente del Senado”. Así es, el video muestra como el señor del PRI, decide levantarse de su curul, para increpar a Fernández Noroña, porque según él, no le dieron la palabra.
Con gritos y provocaciones, Alito Moreno decidió comunicar su “inconformidad” por no tener la palabra, de manera inmediata. Sin embargo, el video también muestra a otra diputada de la oposición, buscando el dialogo a través de gritos y empujones. Lo irónico de todo es precisamente eso: “siempre se quejan de la violencia y la dictadura, cuando sus mismas actitudes violentas son síntomas de un comportamiento intolerante e impositivo que al no ser escuchado como ellos creen merecerlo, toman la pastilla roja de la agresividad, para imponer su punto de vista”
No olvidemos lo que intentaron hacer los ministros con lo que respecta a la Reforma al poder Judicial: Una ministra amenazó a la presidenta con meterla a la cárcel, sino obedecía un ordenamiento fuera de la ley que simplemente dicha ministra decidió sacarse de la manga. Tampoco olvidemos el nefasto papel que jugó Norma Piña, quien, a punta de grupos de choque y agresiones, intentó detener de manera ilegal, dicha reforma.
Lo mismo para los 8 ministros que sin sustento legal, usaron la ley ilegalmente para tratar de imponer sus privilegios, ante la ciudadanía. Una violencia sistemática ya existente desde hace años en el poder judicial, pero que anteriormente con la mafia del poder, era escondida por los medios tradicionales y hegemónicos de comunicación. Actos que nos dejaron ver su verdadera naturaleza y con ello, su manera tan “peculiar” para ejercer la ley.
Sin un gramo de respeto por el pueblo, le faltaron al respeto a los más de 30 millones de ciudadanos que apoyaron en las urnas, el PLAN C. Sin importar que la presidenta de la república, al igual que las cámaras legislativas, llegaron ahí por voto democrático.
Ni que decir de sus constantes mensajes por redes sociales, televisión y radio, en donde siempre se dirigieron con total desprecio a la ciudadanía: “las personas son ignorantes de sus leyes como para decidir por votación a los ministros”, solo por dar un ejemplo. ¿Acaso un ministro con ese nivel de clasismo y falta de objetividad realmente merece estar en el máximo órgano de la impartición de las leyes? Ahora entiendo porque se dedicaron a liberar a delincuentes durante su estancia en la Suprema Corte.
Un individuo corrompido por el poder jamás impartirá la justicia a favor de la constitución, ni mucho menos, a favor de la ciudadanía. Es decir, una oposición que solo busca llegar a los puestos de elección popular para perpetuar a todo su linaje dentro de las arcas del poder tampoco velará por la justicia social. Simplemente están ahí, para enriquecerse y quedar totalmente embriagados por el poder.
De ahí la necesidad de que nuestro partido, deje de buscar a esos lideres que, sin amor real hacia el pueblo, solo militan en el partido para satisfacer sus fines más ruines. ¿El pueblo merece que nuestra dirigencia le siga dando poder a quienes decidieron venderse con la oposición para recibir dinero, camionetas o cualquier cháchara que satisfaga su mente retorcida y corrompida por el hambre de poder?
Ya que, si nuestro partido no detiene la simulación y sigue defendiendo a esos personajes retorcidos, expertos en simulación, simplemente será el inicio del fin de morena. Además de que esas decisiones carentes de tacto político, será las que le comiencen a derechizar a nuestro partido.
De la oposición ya es bien sabido su nivel de corrupción ¿pero valdrá lo mismo para morena? Eso es algo que la militancia no debe permitir, más allá de por una causa personal, es por el bien social. Ya que, luchar por la justicia social, fue una de las más grandes enseñanzas que nos dejó nuestro gran AMLO.