El ciudadano ilustrado en la 4T
Alfredo Elizarraras
Hay ocasiones en la cual suelo preguntarme ¿porqué hay tanta injusticia ocurrida en la política?, aunque, sé de antemano que no podría dar una respuesta en su totalidad, si me gustaría hacer un acercamiento que, de cierta manera, intente disolver la idea de la apatía social.
Sabemos que actualmente, gozamos de un gran privilegio como ciudadanos, ya que, tenemos a un gran presidente que siempre ha luchado a favor de las causas sociales. Un hombre de Estado que, sin dudarlo, hace pública toda la información surgida en su actual administración, en su espacio predilecto por excelencia: “las mañaneras”.
Aunque, eso ha disgustado a los sectores más corruptos y conservadores de nuestro país, al punto de buscar los diversos métodos legales o argucias legaloides, para callar al presidente y, en consecuencia, dejarnos sin información pública, él no se ha detenido en la transmisión de la información. Siempre con el gusto de hacernos pensar como ciudadanos y darnos todo de primera mano.
De hecho, siempre que la oposición ha sido gobierno, han buscado un sinfín de estrategias, para esconder la información pública. Eso significa, como lo he mencionado con antelación, el manejo constante de cortinas de humo que les de tiempo de maniobra, para aprobar reformas privatizadoras y el incremento de impuestos.
Sin embargo, el papel de todo ciudadano es emprender el viaje hacia la información pública. Bien lo ha manifestado constantemente nuestro presidente: “debemos politizarnos”, ya que, la politización social, es el camino más indicado para reducir la capacidad de manipulación de ellos, sobre nosotros.
Eso, no le conviene a ningún gobernante deshonesto ni muchos menos, a todos aquellos que se han dedicado toda su vida a hacer negocios al amparo del poder. Ya que, para ellos, una ciudadanía informada, simplemente se vuelve un peligro para sus intereses más oscuros.
Sin embargo, para el pueblo en general, la información y el conocimiento, son una necesidad y, por ende, debemos procurar estar al pendiente de lo que hacen nuestros representantes. Ya que, si bien es verdad que tenemos obligaciones para con la sociedad, también tenemos derechos y son esos derechos, los que se convierten en una obligación para nuestros representantes populares.
Es curioso, pero es en este sexenio, en donde realmente pudimos ver una politización social sumamente alta. El pueblo informado sobre las reformas estructurales, la obra pública y en general el uso del presupuesto público, son solo parte de esa politización que, por años, trató de evitar el prianismo. Sin dejar de lado que es en este sexenio, en donde el miedo que, por años, mantuvo la oposición hacia nosotros, se debilitó y perdió su efecto. Dejando develado que ahora quién está sumamente manipulado con notas falsas y prejuicios, es la militancia prianista
Curioso y triste pero cierto, una militancia prianista altamente manipulada y engañada por sus liderazgos más representativos, solo dejó en claro que el poder de la oposición, solo fue una construcción sobre cimientos de papel.
¿Quién imaginaría que las mismas cabezas políticas del prianismo, tendrían en total y absoluta manipulación a su misma militancia más combativa? Y peor aún, que esa misma militancia, acepte la manipulación, con toda tranquilidad y sin poner objeción alguna a toda esa información falsa.
Y OJO aquí, no se trata de burlarnos de la militancia prianista; ya que en su mayoría proviene de las zonas populares. Más bien, se busca exponer la doble moral de personajes como Vicente Fox que, lejos de buscar verdaderamente un bien social, se ha dedicado a hacer spots y activarse en forma desesperada. Simplemente para satisfacer sus pasiones más vulgares y continuar viviendo de nuestros impuestos.
Son personajes como este, que mientras te empiezan diciendo que todos aquellos beneficiarios de algún programa social simplemente son huevones, esconden en su discurso su avaricia y egoísmo más ruines, ya que, a él no le importa dejar a un país en la ruina, con tal de seguir teniendo al estado mayor presidencial cuidándolo y su pensión que le de maniobra para estar en los mejores hospitales y comer en los lugares más caros. Así es, un personaje que solo busca quitarle la comida de la boca a millones de ciudadanos.
Eso finalmente, debe quedarnos como ejemplo a seguir, para entender que estamos en los tiempos de la Cuarta Transformación y es un tiempo de politización y la búsqueda del máximo bien del pueblo, a través de la justicia social, lo que debe conducir nuestras acciones.