En busca de la sucesión de AMLO.
Finalmente comenzó la contienda interna de morena, por definir al sucesor de nuestro AMLO para el 2024. Aunque, es importante este proceso, no dejaremos pasar por alto, el hecho de que nuestro presidente jamás podrá ser reemplazado.
Un ajedrecista sumamente astuto, que, durante su mandato, jamás pudo ser doblegado por el oportunismo y la toxicidad de la derecha. Al contrario, seguimos viendo a un Andrés Manuel, firme en su camino y dispuesto a seguir adelante, en su afán, por construir un México de primer nivel.
Y mejor aún, si pensamos en su nivel de aceptación que, durante su sexenio, no pudo ser destruido. Ni siquiera le hicieron un rasguño.
Ni con toda su creatividad le pudieron quitar una sola pluma a nuestro gallo. Cada plan malévolo que han intentado, simplemente les ha resultado peor para ellos, ni siquiera su chayote pudo espinar. Al contrario, fue un chayote podrido de raíz que solo llegó a estrellarse ante la gran fuerza de nuestro presidente.
Ni comunicadores, empresarios, políticos, hombres de culto, artistas, cantantes, etc., doblegaron a AMLO, porque siempre estuvo a su lado, el pueblo bueno y sabio que lo eligió.
Un pueblo agradecido que siempre caminó a su lado, hecho que sigue hasta el día de hoy y como vaticinio, sabemos que seguirá por muchos años más. El primer presidente de México, que fue electo de manera democrática. El primer presidente que no sucumbió ante el mareo de poder. Así es, incluso hasta la fecha, ningún mandatario de la oposición ha conseguido todo lo que él.
Un hombre justo y valeroso con su pueblo que le dio vida al tigre. Un tigre politizado que jamás volverá a caer en las cajas chinas de la oposición. Es por ello su coraje y desesperación, ya que, jamás podrán tener a un líder tan amado por el pueblo, como lo ha sido AMLO.
De lo anterior, consideramos de suma importancia, que quién lo preceda, de principio, tenga cercanía al pueblo. Alguien que no se aleje del pueblo bueno y sabio que tanto defendió a su presidente. Al contrario, que su pueblo ya sea migrante o residente de nuestro país, se siente orgulloso de su mandatario. Que vaya por voluntad y no por acarreo.
No solo eso, también, que la honestidad sea fundamental en sus actos. Ni que decir del valor para decirle “no” a la derecha. Ya que, no necesitamos a alguien que vuelva a darle vida a los Meade, a los Salinas, a lo Gómez Leyva, ni mucho menos, que haga tratos con el chayote. Al contrario, necesitamos quién tenga esa gran disposición para trabajar por y para el pueblo.
Necesitamos a aquella persona que no tenga temor de caminar en las zonas más alejadas del país. Que porte con orgullo sus zapatos desgastados por el trabajo de campo. Que sepa tocar una casa y hablar con el pueblo. Así es, necesitamos quién realmente siga los principios del humanismo mexicano que nos dejará como herencia nuestro presidente.
No solo ello, que no tenga un pasado turbio y comprometedor a futuro. Al contrario, que sea un dolor de cabeza para la oposición, buscar en vano para no encontrar un solo acto de corrupción. Así es, sonará idealista, pero se requiere que haya transparencia, como la ha tenido nuestro muy preciado presidente.
Ante ello, es importante que cada uno de nosotros revisa propuestas, trayectoria y cercanía social. Eso, para hacer una elección sumamente consciente y que realmente represente la continuidad de la Cuarta Transformación.