.- Será el principal reto a vencer de la autoridad, ante los incrementos que se han dado en los precios de la canasta básica y servicios
Por: JOSE HERNAN
VALLE DE MEXICO.- Para la sociedad el inicio de año es la renovación de la esperanza de poder aspirar a mejores condiciones de vida, sin embargo, la realidad es dura, donde queda claro que la cuesta de enero de cada año es el primer reto a vencer, donde ahora, según analistas la economía será el principal reto a sostener.
Los augurios no son tan buenos, ya que los precios de la canasta básica en los últimos días del año que concluyó prácticamente se dispararon, afectando seriamente el bolsillo de la clase trabajadora, y aun con el augurio del aumento de la gasolina, se teme que nuevamente otros productos disparen sus precios.
El anuncio del gobierno federal con respecto al ajuste del salario mínimo que entra ya en vigor, se pulverizará nuevamente ante el aumento de productos y servicios, situación que nuevamente pone contra la pared a los que menos tienen.
Cabe señalar que dentro del discurso de la autoridad es el hecho de consolidar una economía, cuando en realidad es la de evitar más pobreza, porque la situación en ese rubro no es ni siquiera estable, en el caso de los pobres, de acuerdo a los últimos datos del Inegi, éstos arrojaron el hecho de que el índice en este rubro se ha incrementado seriamene, donde esa división de pobreza y pobreza extrema sigua a la alza, situación también que se puede acelerar ante la próximas políticas hacendarias y de servicios, como el caso del gas doméstico y si bien la autoridad pretende eficientar su sistema de recaudación lo cierto es que al parecer son los que menoe tienen los que siguen pagando los costos de dichas acciones.
Así pues, el panorama no es muy alentador en ese rubro donde si bien el gran reto es la de poder tener un equilibrio económico, lo cierto es que el principal reto es la de no seguir aumentando el numero de pobres que lentamente va incrementándose sin que se haga algo más, ya que el empleo que se brinda es malo y mal pagado, no está a la altura de las expectativas de la sociedad, donde al parecer todo lo demás puede pasa a segundo plano, porque las cosas se agravan cuando no hay recursos para enfrentar los retos de la vida diaria.
A esto último hay que sumar el problema de la pandemia que no se ha detenido y que sigue cobrando víctimas ante un sistema de salud fallido y que no responde a las urgentes necesidades de la sociedad.
Así que este año que inicia no es muy alentador y ya se verá qué acciones se habrán de tomar para enfrentar estos retos que la sociedad ha venido viviendo ya de años.