Problemas del 2021 presentes en el 2022
ECONOMÍA: ante los pronósticos de fracaso de las políticas de salud internacional, no existen –en estos momentos– expectativas para una recuperación sostenible de la economía en el 2022: el desempleo y la estanflación con aumentos de precios en combustibles y alimentos parecen marcar la tendencia internacional.
Además, el aparente fracaso de las vacunas ante la aparición de nuevas variantes de la Covid-19, pueden elevar el desánimo y acrecentar la desconfianza social hacia los gobernantes; por lo que, las expectativas adaptativas de los agentes económicos pueden ir de mal en peor, ya que todo el sistema económico y social descansa en el endeble lazo de la confianza.
Las señalas globales para el 2022 en términos sociales, requieren ser apuntaladas con acciones efectivas, sino la sociedad a pesar del “temor colectivo” del 2021 pueden pasar a la “protesta generalizada”; sobre todo, en las economías más desarrolladas donde la población no está acostumbrada a vivir situaciones de estrés como en el tercer mundo.
Para mayor desgracia, mientras que la pandemia trae lamentables noticias contra las clases sociales más empobrecidas, las farmacéuticas, las telecomunicaciones y las distribuidoras de alimentos continúan enriqueciéndose exageradamente, sin recibir un “golpe de timón” a sus exorbitantes ganancias por los gobiernos y organismos internacionales.
En México, las señales apuntan hacia una economía estancada, con caídas del empleo formal y mayores cierres de establecimientos; los precios de los alimentos, medicamentos y servicios seguirán jalando la espiral inflacionaria sin que la Secretaría de Hacienda pueda hacer gran cosa porque la economía real –la producción de bienes y servicios– continúa sin ninguna recuperación sostenida; además, se viene agudizando la “crisis alimentaria” porque la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural abandonó las políticas de producción de alimentos.
No hay bocas más “vociferantes” ni mentes más violentas, que las de padres de familia, cuyos hijos sufren grave miseria.
INSEGURIDAD Y MIGRACIÓN TRASNACIONAL: las agencias de seguridad estadounidenses, acusando preocupación por el fenómeno migratorio y sus impactos en la seguridad regional presionan al gobierno mexicano –y este acepta sin protestar– para que asuma la total responsabilidad de alimentar y dar servicios a 23 mil migrantes que entran a México mensualmente.
Pero su “juego oculto”, es desviar la atención de los medios de comunicación y de analistas internacionales del verdadero problema, “exigiendo” meter a las fuerzas militares y de seguridad pública a una nueva lucha contra el crimen organizado, ofreciendo “jugosas recompensas” a quien brinde y entregue a “capos” mexicanos; recompensas que difícilmente pagan.
En el fondo, tratan de “evitar” que las masas migrantes terminen –como apunta– en las “garras” del crimen organizado o quizá ese sea su siniestro plan oculto; de todas formas para el 2022, la inseguridad y la migración se incrementarán-, dado que las causas generadoras de las mismas no vienen del interior sino del “corazón” del sistema estadounidense.
DESPOBLAMIENTO FORZADO: Estados Unidos a través de sus “embajadores” ha venido causando en América Latina –con sus políticas– un “despoblamiento forzado” mediante trasnacionales con prácticas económicas anti éticas y amorales, dejando como secuela violencia y extrema pobreza; dicha política descansa en los tres ejes siguientes:
1) Acuerdos de cooperación e inversión con los gobiernos –México, Colombia, Chile, Perú, etc.- dando apoyos financieros para equipos militares y para sostener gobiernos socialmente débiles y deseosos de perpetuarse en el poder;
2) Permitir “alianzas” criminales de corte internacional con redes de corrupción y grupos subregionales generadores de alta violencia como las de tráfico de personas, de armas, de estupefacientes y de minerales de oro y diamantes;
3) En ese ambiente de “debilidad institucional y social” arriban sus trasnacionales comprando tierras, adquiriendo concesiones mineras, petrolíferas, puertos, aeropuertos y cualquier cantidad de recursos naturales, puntos de consumo suntuario como turismo y casinos, etc.
Esta política “aspiradora de las riquezas”, la conocemos en México –pero nadie quiere ver y aceptar esta verdad-, pues con violencia se despoblaron las zonas de paso de los hidrocarburos por territorio tamaulipeco hacia la frontera donde terminaban los hurtos a Pemex; en Zacatecas, Jalisco, Chihuahua, Guerrero y San Luis Potosí tras desplazar a comuneros e indígenas de zonas mineras fueron concesionadas a grandes consorcios internacionales y las fuentes de gas natural al norte de México corrieron la misma suerte.
Esa política –implementada con gran crueldad a partir del sexenio de Felipe Calderón– se extendió a toda América Latina; en consecuencia, México esta siendo albergue de migrantes, mientras las trasnacionales, se quedan las tierras, recursos naturales y demás activos de valor en Latinoamérica; en ese gran acuerdo, apunte a Rusia en el Caribe y China presionando para no quedar fuera.
DEMOCRACIA A LA MEXICANA: a partir del 2022 prepárese para vivir –de lleno– la sucesión presidencial; las rencillas entre las élites políticas nacionales se retroalimentarán de sus pares internacionales: el PAN del partido demócrata estadounidense y de las rancias derechas europeas –principalmente españolas-; el PRI hará lo mismo con los republicanos y agencias de seguridad estadounidenses; mientras que Morena, buscará a las izquierdas populares latinoamericanas y su aliado PT en el continente asiático.
No obstante, ante la delicada situación nacional en materia de seguridad, pobreza, salud y polarización política, la 4T desplegará –sin decirlo– la misma estrategia aplicada en la 65 legislatura, cuando aceptó compartir el poder con priistas disfrazados de morenistas, en comisiones fundamentales como la de Presupuesto, Hacienda, Puntos Constitucionales y la de Gobernación.
En este escenario, las elecciones a gobernadores en: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, no espere candidatos morenistas “puros”, sino más bien disfrazados y, –por lo tanto– su candidato a Presidente de la Republica en el 2024 también será como el leopardo “manchadito” de guinda.
El cogobierno entre EU-la 4T-grupos de facto, se afianzó en el 2021.
INCITACIÓN MEXIQUENSE: no hay mejor tiempo para valorar los errores y los aciertos vividos, que ciertas fechas especiales como los cumpleaños u aniversarios de: bodas, luctuosos, navidad y fin de año; son fechas de “catarsis” ya sea de forma privada, familiar o colectiva para analizar y corregir conductas inadecuadas para alcanzar el éxito o simplemente una etapa de felicidad plena.
Los “cierres de ciclos” impactan –indefectiblemente– a la psique humana, a tal punto, que nos invitan a evaluar y revaluar –o incluso– a modificar aquellas “actitudes” que resultaron negativas e improductivas durante el ciclo de vida que concluye.
Por tradición, las fechas del fin de año nos invitan –de forma colectiva– a ser prudentes con lo que haremos en tiempos futuros; sin embargo, para la gran mayoría de las personas, el fin de año, equivale a una época consumo y despilfarro de energías y riquezas, precisamente, esa forma de vivir dichas fechas, convienen a la economía y a la política.
Cuando en realidad, estas fechas debieran “incitar” a la colectividad a revisar los éxitos y fracasos de sus comunidades; en política: valorar la utilidad o inutilidad de sus alcaldes, diputados, concejales, gobernadores y funcionarios de los tres órdenes de gobierno y de sus formas de gobernar como de sus políticas y programas implementados; en economía: evaluar si la producción y precios de alimentos fueron adecuados o si los empleos e ingresos son suficientes para mejorar la calidad de vida de las familias y de la comunidad.
Y con esos datos, planear lo que se hará para mejorar tales deficiencias o premiar las cosas buenas; basta seguir el patrón de la naturaleza donde el invierno coincide con la recuperación de las fuerzas vitales para volver a reiniciar el ciclo de la vida.
Antiguamente, los campesinos festejaban una “nueva y quizá mejor oportunidad” que les daba la “madre naturaleza” para reiniciar sus siembras y continuar la vida, pero ahora las cosas son tan mecánicas y apartadas de toda conciencia que bien conviene hacerse las siguientes preguntas y cada quien las responda a conciencia:
¿Tu, por qué y para qué… festejas navidad y el fin de año? ¿A tu comunidad en qué le benefician dichos festejos? ¿Qué acciones para un mejor futuro colectivo emergen? ¿Qué porcentaje de tu ahorro anual terminan en gastos innecesarios? o ¿Concluyes con mayores deudas?
Por si fuera poco, consumes mensajes vacíos de contenido y llenos de “mentiras y falsedad” de tus autoridades; finalmente, si tales fechas son para ser felices –eso te dicen-, entonces las preguntas que debes hacerte son:
¿Qué te hace feliz? ¿A partir del primero de enero vives mejor que durante los 365 días que concluyeron el 31 de diciembre? ¿Tu familia y amigos tienen mejor seguridad, ingresos estables, acceso a alimentos, medicina, salud, etc.?
Hasta pronto.