El arte de ser 2
Las huellas que eliges dejan la vida que vives. Versión de Francisco Alcaide.

Por: Fernando Lira Flores*

¡Hola de nuevo! Bienvenidos a esta segunda entrega de El Ser y la Nada. Hoy continuaremos con este espacio de reflexión respecto de la entrevista que escuché a Francisco Alcaide, mientras comentaba tanto sus textos como artículos respecto del desarrollo personal, liderazgo y responsabilidad personal.

Sus palabras resuenan en mi cabeza y espero que valga la pena que las exploremos juntos en esta lectura.

Continuamos…

“Cada paso cuenta, incluso los que das sin darte cuenta.” Francisco Alcaide

El autor indicaba que hay frases que nos acompañan como espejos. Una de ellas es la que comenta en la entrevista que indica: “El éxito deja huellas.”

Entonces, y sí, es una verdad que cualquiera puede verificar si observa con atención.

La gente que construye algo valioso -un negocio, una familia estable, una obra, una carrera sólida-, comparte patrones silenciosos: disciplina, constancia, pequeños hábitos diarios, un enfoque que no presume, pero se siente.

Sin embargo, hay una parte incómoda que casi nadie quiere nombrar -como lo mencionó mi maestro el Dr, Pedro Alejandro Solis V- el fracaso también deja huellas, la postergación deja huellas y la mediocridad deja huellas.

Pero lo más duro de esto es cuando la falta de decisiones también deja huellas.

Cada día sembramos marcas en nuestro camino, aunque no se vean. A veces son tan pequeñas que creemos que no importan, pero importan e importan muchísimo.

Imagine dos personas viviendo en la misma calle: -mismo clima, mismas oportunidades, mismas horas-, una lee 10 páginas al día, la otra dice que “no tiene tiempo”.

Después de un año, la primera leyó alrededor de 15 libros y la segunda leyó… mensajes de WhatsApp, comentarios en redes sociales y vio películas y series.

Entonces, la diferencia no está en la inteligencia ni en la suerte, consideramos que la diferencia está en la huella diaria, la invisible, la que no presume, pero sí asume sus consecuencias.

Ahora como se dice por ahí: dime con quién andas y te diré quién eres, digámoslo así: dime dónde caminas… y te diré quién te acompaña.

Recordemos que el entorno no solo te rodea: te moldea y todos conocemos la frase de que eres el promedio de las cinco personas con las que más convives.

A muchos les parecerá exagerada, pero basta mirar alrededor para descubrir que es profundamente real.

Piensa en ese amigo que siempre te repite: ¿Para qué te esfuerzas?, “Así es la vida” y Mejor no le muevas, déjalo así”

Esas palabras no son inocentes; son pequeñas gotas de resignación que, si las escuchas todos los días, terminan calándote y marcándote. Estas te bajan la energía, te roban el impulso, te vuelven espejo de una vida que no deseas.

Ahora piensa en alguien distinto…

Ese compañero que estudia, crece, mejora, no presume, no compite, no te humilla y simplemente avanza. Y a veces, el solo al verlo, te inspira, te provoca, en ocasiones te incomoda… pero bien.

Ese tipo de personas empujan tu vida hacia arriba, aunque no lo pidan.

Un amigo mío lo entendió hace poco. No abandonó a nadie, no se peleó con nadie, simple, cambió su círculo de crecimiento. Tres meses después había leído más, entrenado más, organizado mejor su tiempo y recuperado una claridad que no recordaba.

¿Qué cambió? Su entorno. Y cuando cambia tu entorno… cambias tú.

Entonces, el entorno es como un imán, esto es, si no lo eliges, te arrastra.

Así pues, la huella final indica que lo que haces hoy te persigue mañana; y Francisco Alcaide indicaba: “El futuro es la consecuencia de un presente que elegiste.”

Entonces, cada acción -o cada inacción-, construye un destino. Y ese destino no se revela en un día, sino en pequeñas repeticiones diarias.

Por ejemplo: Los cinco minutos de lectura suman, los diez minutos de organización suman, los veinte minutos de ejercicio suman, y la hora de estudio suma, como dice mi esposa “todo se suma, nada se resta”.

Pero también suman -y mucho- las huellas contrarias: Las quejas, las excusas, las distracciones, los aplazamientos.

Entonces… Nadie fracasa de golpe, nadie tiene éxito de golpe. Todo es consecuencia de huellas. Huellas que tú eliges. Huellas que a veces ni siquiera notas, pero que te están creando.

Hagamos una pausa y para terminar esta parte respondamos a esto:

  1. ¿Qué huella estás dejando hoy que mañana te dará vergüenza no haber cambiado antes?
  2. ¿Cuántos sueños más vas a dejar en pausa esperando un “mejor momento” que nunca llega?
  3. Si tu vida dentro de un año fuera exactamente igual a la de hoy, ¿lo aceptarías como suficiente?

Hasta el siguiente artículo del Ser y la Nada. Esencia y tiempo.

*Administrador de Baldemart y Asociados S.C. y docente desde bachillerato hasta posgrados en diversas instituciones educativas públicas y privadas.

Mesografía sugerida de Francisco Alcaide

I. Libros de autoría principal

  1. Alcaide, F. (2011). Aprendiendo de los mejores. Alienta Editorial.
    Obra emblemática donde sintetiza enseñanzas de líderes mundiales en desarrollo personal, negocios, deporte y crecimiento humano.
  2. Alcaide, F. (2016). Aprendiendo de los mejores 2. Alienta Editorial.
    Segunda entrega con 50 referentes más del liderazgo, la gestión emocional y la productividad.
  3. Alcaide, F. (2018). Aprendiendo de los mejores 3. Alienta Editorial.
    Completa la trilogía con nuevos aprendizajes aplicados a la vida y al entorno laboral.

Artículos y columnas recomendadas

  1. “El éxito deja huellas” – Artículo temático.
    Reflexiona sobre la importancia de observar patrones de personas que han logrado resultados sobresalientes.
  2. “Mentalidad ganadora: el secreto detrás de los grandes líderes”.
    Texto enfocado en cómo la mentalidad determina el destino personal y profesional.
  3. “Cómo influye tu entorno en tu desarrollo personal”.
    Un análisis claro sobre la importancia de las relaciones y el ambiente cotidiano.