Por: Nihiri
Entrar al Casino del Bosque en Ciudad de México ya no es lo mismo. Apenas cruzas la entrada, un aire frío, casi teatral, te envuelve. Frente a ti no hay un recorrido lineal ni un mapa que seguir: se abre un laberinto vivo, con puertas que invitan y a la vez intrigan. Cada visitante se convierte en explorador de la mente de Tim Burton, decidiendo por cuál camino perderse.
La experiencia dura 60 minutos, pero el tiempo parece disolverse. En un instante puedes estar frente a un salón iluminado por luces moradas que susurran escenas de Beetlejuice, y al siguiente, entre paredes que laten con dibujos originales del director, como si sus bocetos hubieran escapado del papel para rodearte.
Cada puerta es una sorpresa. Puede conducirte a un pasillo donde el eco de El joven manos de tijera acaricia con su melancolía, o a un espacio vibrante en el que los caramelos de Charlie y la fábrica de chocolate parecen derretirse bajo un cielo imaginario.
El lugar resguarda más de 200 piezas originales, entre esculturas, vestuarios y dibujos cedidos por Burton. En ocasiones, los personajes parecen observarte, como si fueran cómplices silenciosos de tu travesía. La atmósfera oscura y juguetona, típica de su estilo, hace que no sepas si sonríes por ternura o tiemblas por la extrañeza.
Y lo más mágico: esta versión en CDMX es la más completa hasta ahora, con escenas y obras inéditas que no se han mostrado en ningún otro país. Es, literalmente, la oportunidad de caminar dentro de los mundos de Burton.
Detalles prácticos
- Fechas: del 3 de julio al 5 de octubre de 2025.
- Lugar: Casino del Bosque, Av. Constituyentes 500, Miguel Hidalgo.
- Duración: 60 minutos por recorrido.
- Boletos: $450 (general). El pase premium ($800) ya se agotó.
- Cómo llegar: Metro Constituyentes (Línea 7), Cablebús Línea 3 o autobuses que cruzan la zona.
Salir del laberinto no significa dejarlo atrás. Es como si un pedacito del universo de Tim Burton se quedara guardado en ti: una mezcla de nostalgia, misterio y asombro que te invita a volver y abrir otra puerta, recorrer otro pasillo, descubrir otra sorpresa.
Porque en este lugar no solo ves las películas… las vives, las caminas y te vuelves parte de ellas.