Y seguimos en el mismo lugar

Por: Carlos Praget

En alguna obra de parodia y sátira política, allá por el año 2000, el autor comentaba que llegó un momento en que tuvo que suspender los ajustes en el texto por la sencilla razón de que la clase política de ese entonces cada semana, o antes, daba nuevos elementos que consideraba que podían ser parte del guion. Es decir, pasaban tantas cosas de mofa y ridículo a la semana que se podrían hacer obras nuevas, entremeses o adiciones que hacían imposible tener una obra completa.

Tristemente, a más de 20 años, lejos de mejorar o evolucionar parece que el tema se ha agudizado. Hace 20 años los chistes y las ironías nos llegaban por correo electrónico, nos alegraba que cada día hubiera en la bandeja 30 mensajes nuevos. Hoy eso es un fastidio, un problema; ahora la “información” nos llega en redes sociales, con documentos prácticamente anónimos  que difunden contenidos que nos orientan en felicidad o enojos. Eso sí, como fieles creyentes de las ideas que se parecen a las nuestras (a las que mansamente nos sumamos).

El punto relevante, estamos igual que en el siglo XIX, no hemos cambiado nada, solo hay ropa diferente, nuevas tecnologías, pero a la hora de los resultados no hay nada novedoso, nada hacia adelante. Divididos, enojados, y en cierto sentido peor, porque la inmensa mayoría está dando la pelea por representantes que tienen una agenda muy diferente a la nuestra. Y te lo voy a explicar

Existe un modelo muy sencillo, se llama agenda setting, es decir, creación o colocación de la agenda. Por ejemplo, un portal de noticias te avisa que jugar futbol a las seis de la mañana te da poderes, de momento lo ignoras, pero si coordinadamente 56 sitios especializados te dicen que practicar ese deporte a las seis de la mañana te da poderes, empezarás a considerarlo. Los portarles, con su constancia y diversidad van a terminar por poner el tema en la “agenda” de las personas, y es muy factible que en poco tiempo haya “auténticos” convencidos de los poderes que empiezan a obtener.

Ahora vamos a verlo desde otra perspectiva. ¿Cuál es la agenda, tus temas, que como ciudadanos más interesan?, sin caer es excesos te aseguro que temas como el transporte público, seguridad, empleo, inflación, drenaje y algunos otros servicios son parte de tu preocupación. Estoy seguro de que te encantaría que en esos temas vieras acciones y palabras muy concretas de la autoridad para de esa manera tener tus temas atendidos.

Pero si revisas los medios, las declaraciones y los actos de los representantes políticos, en general sus temas son otros Básicamente ellos tienen como preocupación demostrar que tienen las mejores acciones y desde luego, que no cometen los errores pifias y atropellos que caracterizan a los adversarios, porque claro, un político sin adversarios es mejor que se los cree para tener su propia gesta. Seamos sinceros, ¿cuál ha sido la última declaración o acción de la autoridad que te ha afectado directamente a uno de tus temas de interés? Quizás la excepción es el tema de la inseguridad, donde tampoco cantemos victoria, normalmente el mensaje político es negar dicha inseguridad o asegurar que el delito va a la baja.

Y por si fuera poco, quien simpatiza con las ideas oficiales da la cara por ellos, tratando de demostrar por todas las razones (y sobre todo creencias) que se está avanzando, que las cosas ya no son iguales, y que todo lo que no funciona es por una eterna conspiración que busca el desastre. Enfrente, los del color que sea, asegurando genéricamente que se está peor que nunca.

Yo recuerdo las clases de historia en la primaria donde se hablaba cómo en el siglo XIX México se dividía y se peleaba entre conservadores y liberales. A partir del hecho de que se asocia a los liberales como los buenos y a los conservadores como lo malos, estamos en las mismas, algo así como 170 años desperdiciados, peleados en que cada bando en el correcto y el de enfrente es el errado. Cada grupo con esa premisa y en los hechos, en punto muerto, como se dice en términos automotrices.

¿Qué me gustaría?, que ciudadanos conservadores y liberales meditáramos unos momentos al día a quién defendemos, si lo merece, qué es lo que es lo que estamos defendiendo y si acaso valdrá la pena estar defendiendo una lucha agenda como propia. Porque en estos casos, lo percibo como las funciones de lucha libre, en el cuadrilátero se dan hasta con la cubeta, para después en los vestidores ser grandes amigos capaces de llegar a los acuerdos que más les benefician.

Gracias a Continuamos MX por esta nueva oportunidad y que haya mucho éxito en todo su proyecto editorial.

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