Estado Unido y su regresión internacional
Por: Alfredo Elizarraras
Con el paso del tiempo, los acontecimientos internacionales, se movieron de manera constante. Las expectativas sociales fueron cambiando de acuerdo con lo que se pensó como el principio de una nueva guerra mundial. Aunque, en este caso, el mundo no solamente ha observado la intervención de Estados Unidos, en la guerra de medio Oriente, los ojos internacionales también, siguen las protestas e inconformidades al interior de este país y no es para menos, si sus políticas migratorias comenzaron a rayar en excesos de autoritarismo y racismo a su más alto nivel. Muchos analistas políticos han expresado su opinión al respecto y consideran al gobierno trumpista, cómo: “un gobierno fascista de los tiempos actuales”
Sin dejar de mencionar, la constante amenaza e imposición arancelaria, por parte del mandatario norteamericano hacia gobiernos internacionales, sin siquiera distinguir entre aliados/ socios estratégicos o adversarios económicos.
Es decir, los ojos del mundo comienzan a ver a Estados Unidos, como el vecino incómodo, que lleva a cabo acciones que, lejos de reflejar autoridad y dominio internacional, abre las puertas para verlo como a un país en plena convulsión política. Un vecino incómodo que prefiere ponerle el pie a los demás, que fortalecer los lazos de cooperación. Sin embargo, los tiempos cambian y con ello, el alza de potencias mundiales con el suficiente poder político y económico, para hacerle frente. Ni que decir, de Irán como un país militarmente de cuidado que fue capaz de desmentir el mito de la impenetrabilidad del domo de hierro israelí.
No solo eso, a pesar de las circunstancias por las que pasa nuestro vecino del norte, algunos senadores norteamericanos, con una visión política de corto alcance y pareciendo discípulos de Ricardo Anaya, abren otro frente, con la redacción de un listado de “adversarios” dentro de los cuales, nos encontramos nosotros como país. Sin importarles que México sea su socio estratégico. Lo llamo como visión de corto alcance, porque, por un lado, desgatan las relaciones estratégicas con otros países y por el otro, orillan a que México, se perfile a tener mayor cercanía con otras potencias internacionales.
Pero lo anterior, es un síntoma muy común de la derecha fascista de cualquier país, que, en su afán por detener el avance de la izquierda, se oponen mecánicamente a todo lo que provenga de los gobiernos progresistas y peor aún, si a eso le agregamos su tremendo odio hacia el pueblo. Ya que, efectivamente, la derecha tiene como principios, la violencia, la represión y el autoritarismo.
Sin embargo, pese a que Estados Unidos ya tiene bastantes frentes abiertos, el gobierno de Donald Trump, pareciera no darse cuenta de ello y, al contrario, siguen engordando la bola de nieve que en algún momento terminará por explotarles en la cara, así como pasó con el imperio romano. Aunque, no creo que esos senadores de Estados Unidos que se dedican a agarrar de piñata a cualquier país, con tal de hacerse campaña política sepan un mínimo de la historia.
En fin, así es como las potencias y los grandes imperios, suelen caer, radicalizando sus acciones y aislándose del mundo. Ya que, ponerse en contra de todos, solamente para intentar reafirmar tú hegemonía, lejos de beneficiarte, terminará por destruirte.