Las charlas de rutina V- B
Por: Alfredo Elizarraras
Continuando con la charla que en aquel momento mantenía con Don Andrés.
- Si entiendo eso a detalle Don Andrés, sin embargo, no todos están interesados en lo social. Ahí tiene a ese Alito Vega, se la pasa comprando las voluntades y aplasta a quien se deje. Un priista de hueso colorado, sin escrúpulos y a todo pulmón que traiciona a cualquier incauto que le dé su confianza.
Escudado en su narcicismo, no tiene interés por la colectividad, al contrario, este flamante político, suele moverse por su moral mezquina y las escazas voluntades sociales que lo acompañan. Pero eso sí, cuidado con intentar contradecirlo, porque te manda a sus pandilleros para intimidarte.
Sin embargo, pese a todo lo anterior, siempre habrá algún inocente que se deje llevar por sus mitos y leyendas.
- Don Andrés: ¡Así es compita! Para nuestra mala fortuna, en el ámbito político, siempre habrá estos personajes desagradables y pese a su sociopatía, siempre habrá quién los rescate y mantenga protegidos.
- Es verdad Don Andrés, personajes así estarán en todo momento, eso en parte se convierte en una buena ventaja para quienes si trabajamos por el bien social. Ya que, las acciones de estos personajes sin escrúpulos marcan una línea tajante entre ellos y nosotros. Es decir, entre quienes somos honestos y leales al pueblo y ellos, que no son otra cosa que vividores del erario y sociópatas con dinero.
Si bien, es verdad que engañan y traicionan las voluntades de quienes confían en ellos, pero es precisamente esa acción de traición, además de su corazón corrupto, lo que nos vuelve diferentes a ellos.
Por eso es importante que quienes estamos interesados en la justicia social, no corrompamos nuestra mente con aires de superioridad ni esas cosas tan horrendas, ya que, en nuestra mente siempre debemos tener presente, incluso en los momentos más difíciles, el amor y la empatía por el pueblo. Siempre presente que venimos del pueblo y nos debemos a este. Ya que, no sirve de nada que tengamos un discurso emancipador, si nuestros actos en sí son iguales a los de la derecha.
Se que usted nos mostró el camino verdadero de todo luchador social y aunque sabemos que hay diferentes rutas, por lo menos usted no solo teorizó, también volvió sus palabras en acciones.
Eso lo terminó convirtiendo en el gran dirigente que será recordado en nuestra historia. El gran hombre que sacrificó su vida por alcanzar la justicia social. No puedo ni imaginar todo lo que ha vivido por ello. Sin embargo, usted siguió adelante, sin rendirse y con la dignidad a tope. Por eso es valorado por el pueblo.
- Don Andrés: gracias compita, pero no está bien que me eches tantas flores, porque en una de esas me mareo. Ya sabes que a mí no me gusta eso. Todo lo hago por el amor al pueblo y porque precisamente tengo firmes mis convicciones. Lo mismo para mi presidenta, ahorita está librando sus grandes batallas y debemos apoyarla. Una gran mujer que merece todo nuestro respeto y cariño. Cada quién está en su momento y su tiempo. Así funciona esto.
Sin embargo, algo si debes saber amigo mío, la gente que no ha vivido como el pueblo, jamás entenderá lo que significa estar en el pueblo y, en consecuencia, trabajar para el pueblo, le será ajeno.
No es lo mismo anunciarse como los salvadores de la humanidad, para atraer las miradas de los incautos, que realmente trabajar para la gente, sin que te la pases anunciándote como el salvador. En este ámbito, básicamente hay dos tipos de personajes: 1. Aquellos que tienen complejo de mesías y 2. quienes está con el pueblo. Los primeros solamente engañan a la gente para aprovecharse de las buenas voluntades y los segundos, se respaldan de las voluntades, para evitar ser perseguidos por los primeros.
Ya que, además de ser mentirosos, aquellos que tienen el complejo de mesías, suelen ser violentos y expertos acosadores de quienes ellos consideran como peligro para sus fines más retorcidos, porque el mentiroso, tiene que inventar 1000 mentiras más para sostener la primera y por lo regular, las mentiras, siempre son ventiladas por las acciones.
Para pronto, no debes olvidarte de donde vienes y de quienes te tendieron la mano cuando ibas empezando, porque es parte de la honestidad, valorar las palabras y acciones que nos ayudaron a subir.
Sin más que decir, me quedé pensando sobre aquellas palabras de Don Andrés. Era una mezcla extraña entre experiencia y conocimiento. Era un martillo moral que golpeteó lo más profundo de mis entrañas, porque nunca había escuchado a alguien hablar con tanto amor.
Era un espectáculo realmente hermoso, escucharlo, pensarlo y verlo emocionado.