Las charlas de rutina III
Alfredo Elizarraras
Pasaron un par de semanas, sin poder ver nuevamente a Don Andrés, a mi me cambiaron de turno en la fábrica y él estuvo desaparecido ese lapso, tal parece que lo había atacado una tremenda gripe estacional. Sin embargo, terminando el rol de turno, me dirigía al tianguis para comprar lo que sería la comida del día, cuando tuve la fortuna de verlo nuevamente…
- ¡Heyy Don Andrés! ¡Me da gusto verlo nuevamente!… ¿Dónde se había metido?, ya se le extrañaba.
Don Andrés: Una disculpa compita, es que me atacó tremenda gripa de temporada y ¡sentía que no me componía! Afortunadamente fui al doctor y me receto un jarabe buenismo, con eso se me ha quitado la gripa. Me cae que, con estos mocos, ya ni ganas dan de hablar. (finalizando estas palabras con un fuerte estornudo)
- ¡Ora, ora! ¡No se me acelere que estamos chupando tranquilos! Aquí tiene tantito papel. Con razón ya decía yo que esa nariz de reno no era por gusto. (finalizando mis palabras con una carcajada que no pude contener)
Don Andrés: Gracias compita. Si, me cae que cada vez está peor esto y después de que estuve discutiendo con don Feli-pillo, sobre lo que hace Donaldo Trompas… ¡No´mbre!, ese canijo trae sus ideas de la época de las cavernas, aún sigue pensando que debemos ser colonia de Estados Unidos.
- ¡No me diga eso don Andrés!, aunque me desconcierta, no me extrañan esas ideas. Siempre han cargado una moral de esclavitud bien cañona. Desde que Feli-pillo, anda con los derechosos, sigue pensando que las voluntades se compran con dinero. A todo mundo le quiere poner el precio y todavía se siente orgulloso de andar de Chapulin, neta que esa banda está bien zafada de la cabeza.
Don Andrés: Si compita, es una idea que busca destruir la unidad social y ese supuesto supremacismo, de fondo solamente es mentalidad de sometimiento. Siempre se venderán al mejor postor, sin importar a quien vendan y el costo que pague una comunidad. Lástima que sus ideas ya estén fosilizadas en su moral y no puedan ni siquiera darse cuenta del mal que le hacen a su país.
Lo mismo pasa cuando una persona sin una moral de amor por su pueblo llega al poder. Se corrompen y piensan que nadie los merece. En lugar de generar unidad y empatía, se imponen a base de billetazos y muchas veces hasta se dicen de izquierda, pero andan por la vida presumiendo que son chapulines. Son gente que solo busca el poder para beneficiar a sus amiguitos. Es una moral podrida que heredaron de su bisabuelito Don Salinas.
- (interrumpiendo un poco en la conversación) Ya ni me diga eso Don Andrés, porque me aguita. En realidad, no pensé que esa moral existiera y menos cuando usted nos ha enseñado el camino del servicio al pueblo. En fin, son cosas que uno no comprenderá, pero no dejarán de existir. Apenas vi como ese fenómeno no está determinado por la edad, al contrario, hay de todos sabores y colores. Que mal que las revoluciones no avancen, precisamente por estos engaña bobos.
Eso me da coraje, pensar que mientras los grandes hombres se enfrentan a la mafia del poder, abajo las cosas no avanzan, porque hay muchos egos de fondo e intereses de los más bajos.
Don Andrés: Si compita, aunque te pongo el ejemplo de lo contrario, mi presidenta Claudia. Ella ha sabido darle la dignidad a nuestro pueblo y a nuestros hermanos migrantes (deteniendo sus palabras para estornudar y sonarse la nariz) …
Por eso la gente la sigue y la respalda, porque en los cargos públicos, uno debe velar por el pueblo y no perderse por subirse a una hoja de papel. Recuerda que “el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás” y eso significa que, estás ahí, no por soltar billetazos, sino porque quieres cambiar las cosas y mejorar nuestro país. ¡No hay más!
Si te da flojera trabajar por la gente, ¡adelante!, deja el trabajo para quién si tenga la vocación de servicio y deja de simular caón.
- La verdad que siempre tiene la razón Don Andrés, usted está muy cultivado y siempre deja mis ideas reflexionando. Como bien dice usted, si no amas a tu pueblo, no esperes lealtad u honestidad. Al contrario, terminarás solo y amargado como Feli-pillo, ese Don siempre está solo y nadie lo quiere. Me tocó ver cómo le aventaban una cascara de plátano en el ojo, porque anduvo engañando a medio mundo con las vacunas del Covid. Ya sabe que siempre inventan sus chismes estos descarados.
Sin embargo, en esta ocasión lo dejo, porque ya se puso remal y Doña Bety, me lo va a cobrar doble… Ya hasta una lagrimita se le escurre por su mejilla.
Don Andrés (con un tono risueño): ¡Ahh que compita! Siempre tan simpático, casi me ´haces reír (soltando una carcajada), ¡es broma!
En esta ocasión si acepto la despedida rápida, porque ya se me rebelaron estos mocos. Te saludo de lejos, pa´no contagiarte. Cuídate compita, nos veremos pronto y también te agradezco estas charlas, aprendo mucho de todos.
- El gusto es mío Don Andrés, seguimos en comunicación.