Las Asambleas Nacionales sobre las Reformas para consolidar el Plan C

Por: Alfredo Elizarraras

Ya van prácticamente cuatro asambleas dominicales, desde las cuales, se ha informado acerca de las propuestas de reformas que nuestro presidente AMLO, quiere cumplir, antes de que termine su mandato. Asambleas que han sido muy interesantes, debido a su contenido y, sobre todo, a la voz informada que han tomado los asistentes, entre los cuales, en su mayoría ha sido pueblo amante de la Cuarta Transformación.

La reforma al Poder Judicial, la reforma a la pensión de los adultos mayores, la reforma a una jubilación digna, temas sumamente importantes para nuestro país que, si estuviéramos bajo otro gobierno, estarían lejos de hacerse realidad.

Y no es para menos, si pensamos que es en los gobiernos de derecha, que la palabra pueblo, suele reducirse a meros actos de populachería barata. Sin preocupación real por la gente de a pie, como suele decirse comúnmente. Simplemente se busca el maiceo y la compra de voluntades, a cambio del voto y la reelección.

Así lo hemos visto durante mucho tiempo. Todo acto hecho por los gobiernos anteriores, siempre tenían una doble intención de fondo, la cual consistía en el condicionamiento de todos los aparatos de gobierno. “Tú me apoyas y yo te reparo tus lámparas”, “Quieres una beca, pues entonces trabaja para mi y promueve mi imagen y a mi partido”, “Si necesitas apoyo jurídico, con gusto te apoyaré, siempre que tú me pertenezcas de manera incondicional”. Es decir, el prianismo y sus estrategias de populachería.

De ahí que, la consulta a la ciudadanía sobre diversos temas de la vida pública de nuestro país y elevar diversos programas sociales a rango constitucional, son acciones que dejan la huella de un gobierno con una verdadera preocupación por su país. ¿O acaso muchos olvidaron como los programas sociales se usaban como clientelismo y mera plataforma política para otorgar cargos y ganar votos? En fin…

Pensemos en nuestras asambleas, como un verdadero ejercicio de democracia participativa, en donde los asistentes tienen un buen acercamiento a los acontecimientos de su país. Parecido a la Grecia antigua, en donde se consideraba que los asuntos de “la polis”, eran sumamente importantes para todos.

Así es, ya que, hablar de democracia, significa estar apegados al principio de las colectividades y la voluntad popular. Es el gobierno elegido por el pueblo y, en consecuencia, el pueblo tiene la capacidad para elegir a sus representantes e involucrarse directamente en los asuntos de su país. Por ello, AMLO siempre ha sido claro en el manejo de su discurso: “El pueblo pone y el pueblo quita”, precisamente porque sabe que la esencia de todo gobierno democrático es la participación de todos los sectores sociales.

Incluso en la diversidad de pensamiento, AMLO ha sido muy respetuoso, aunque casi siempre, la oposición le ha dado un manejo simple y sin fundamentos. Ya que, lejos de usar su libertad a un debate saludable para su movimiento, suelen convocar a manifestaciones que, solo sirven de catarsis para los asistentes y en donde terminan corriendo a sus oradores, como recientemente ocurrió con la excandidata Xóchitl Gálvez, quien, al momento de dar su discurso, fue abucheada y condecorada con las peores palabras.

Por ello, es importante asistir a las asambleas nacionales que se están llevando a cabo cada 15 días, de las cuales, solo faltan 2 más. Siendo la del 25 de agosto, la próxima a acontecer. Precisamente para ejercer con responsabilidad esa libertad que nuestro actual gobierno nos ha confiado para los mejores fines.

Sabemos que el viejo estilo de la derecha es deslegitimar todo lo que surja del pueblo, sin embargo, su nivel de crítica es inversamente proporcional a su trabajo y compromiso con el pueblo. Por lo cual, lo fundamental en este caso es saber la próxima tarea de nuestros legisladores será, en resumidas cuentas: “la aprobación del Plan C”, para construir el segundo piso de la 4T.

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