*Instalan una toma de agua de forma “clandestina” en instalaciones que son de uso de la comunidad.
Por Xavier Sandoval Quintero
ATENCO, Méx. – De forma violenta más de 30 elementos policíacos de Atenco, Chiconcuac y policía estatal, reprimieron a ciudadanos de la comunidad de Zapotlán, ya que pretextando una orden judicial, llego gente del ayuntamiento a conectar una toma de agua.
Sin embargo, el fondo del asunto es que el ayuntamiento morenista sigue con la intención de hacer valer un comité de agua “espurio”, organizado e impuesto por el gobierno municipal y el pasado jueves 29 de junio, lo hicieron a “sangre y fuego” y sin mediar palabra personas que llegaron a tratar de evitar la conexión, fueron tratados como los peores delincuentes por parte de policías que golpearon, rociaron de gas y subieron a las patrullas a varios inconformes para ser trasladados a las galeras ubicadas en la parte baja del Palacio Municipal.
Los hechos se suscitaron el jueves por la mañana, cuando funcionarios del gobierno municipal, papeles en mano y acompañados por decenas de policías, maquinaria pesada y “achichincles”, llegaron a la Privada Reforma de dicha comunidad para instalar una toma de agua, la cual se llevaba a cabo mediante -dijeron- juicio de hace varios años y “supuestamente” ya estaba la sentencia final, por lo que se apersonaron a ejecutar la orden.
Pero, para la gente de la comunidad el enojo fue mayúsculo ya que para ellos todo fue orquestado por la alcaldesa morenista, Talia Citlali Cruz Sánchez y ahora sin importar golpear y reprimir a la población, “aplicaron la ley del garrote”, con el fin de hacer valer su autoritarismo.
La represión policíaca se dio al inicio del operativo para conectar la toma del agua, ya que arribaron algunas personas cercanas al comité del agua potable, reconocido por la comunidad, por lo que los policías de inmediato “operaron” y reprimeron a por lo menos dos personas; Alejandro Aguilar y a su hijo Luis Alejandro, quienes “coincidentemente” eran familiares del presidente del comité de agua reconocido, a quienes después de golpearlos y rociarlos de gas en la cara se los llevaron a las galeras de la municipal.
Al ver que la gente empezaba a llegar sumamente enojada, los policías pidieron refuerzos y a los pocos minutos llegaron más policías, por lo que afortunadamente no pasó a mayores, eso sí, quien levantó la denuncia, después de varias horas lograron tener su agua, lo que para unos ” fue fuera de toda legalidad”.
El operativo de la conexión fue encabezado por los Delegados, Juan Carlos Rojas y Salomón Segundo Santiago, acompañados por, Juventino Rojas, Beatriz Rojas Aguilar y Mauricio Sosa, todos ellos, morenistas de cepa y protegidos de la alcaldesa Citlali Cruz.
Después de varias horas, las autoridades municipales, entre los que se encontraban; el asesor jurídico del ayuntamiento, Ángel Cruz Merino, el Director de la policía municipal, Antonio Peña Santana, el director de desarrollo urbano y obras públicas, Edgar García Ordoñez, entre otros y lograron su cometido, ya que en todo momento solo se cruzaban de brazos y su tarea era poner la conexión sea como sea y lo lograron, eso sí protegidos por decenas de policías, que incluso después de haber acabado su obra se esperaron hasta entrada la noche y ya calmados los ánimos se retiraron del lugar.
Eso si, los denunciantes que supuestamente ganaron el juicio, arrancaron un zaguán e incluso querían meter un tubo hidráulico no para una toma vecinal, sino para un pozo, por lo que la gente sigue con la sospecha que el padre de la alcaldesa Bernardino Cruz, tiene metidas las manos ahí, y se sigue con la pretensión de municipalizar el agua para abrir pozos y utilizarlos para proyectos federales en el Parque Ecológico Lago de Texcoco recientemente creado.
Finalmente, horas después vecinos aún sumamente enojados increparon al Delegado que ante la ira de la gente de Zapotlán tuvo que ser resguardado por la policía, ya que a esta persona no lo bajan de “traidor” al pueblo, ya que incluso su elección salió de lo tradicional y el ayutamiento la organizó por urnas y no como siempre, que era por usos y costumbres.